«¡Buscad a Cristo! ¡Mirad a Cristo! ¡Vivid en Cristo! Este es mi mensaje: Que Jesús sea “la piedra angular” (cf. Ef 2, 20), de vuestras vidas y de la nueva civilización que en solidaridad generosa y compartida tenéis que construir».
«¡No tengáis miedo de mirarlo a El! Mirad al Señor: ¿Qué veis? ¿Es sólo un hombre sabio? ¡No! ¡Es más que eso! ¿Es un Profeta? ¡Sí! ¡Pero es más aún! ¿Es un reformador social? ¡Mucho más que un reformador, mucho más! Mirad al Señor con ojos atentos y descubriréis en Él el rostro mismo de Dios. Jesús es la Palabra que Dios tenía que decir al mundo. Es Dios mismo que ha venido a compartir nuestra existencia de cada uno.
(Extracto del Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los jóvenes de Chile, 2 de Abril de 1987)
«Es a Jesús a quien buscáis cuando soñáis la felicidad; es Él quien os espera cuando no os satisface nada de lo que encontráis; es Él la belleza que tanto os atrae; es Él quien os provoca con esa sed de radicalidad que no os permite dejaros llevar del conformismo; es Él quien os empuja a dejar las máscaras que falsean la vida; es Él quien os lee en el corazón las decisiones más auténticas que otros querrían sofocar. Es Jesús el que suscita en vosotros el deseo de hacer de vuestra vida algo grande, la voluntad de seguir un ideal, el rechazo a dejaros atrapar por la mediocridad, la valentía de comprometeros con humildad y perseverancia para mejoraros a vosotros mismos y a la sociedad, haciéndola más humana y fraterna».
(Extracto del la homilía del Santo Padre Juan Pablo II a los jóvenes en la Vigilia de Oración en Tor Vergata, XV JMJ 2000, 19/08/2000).
«El amor vence siempre, como Cristo ha vencido, el amor ha vencido. El amor vence siempre, aunque en ocasiones, ante sucesos y situaciones concretas pueda parecernos impotente. Cristo parecía impotente en la cruz, Dios siempre puede más» (San Juan Pablo II, Discurso a los jóvenes chilenos, 1987)
Hoy, aniversario de la marcha al Cielo de san Juan Pablo II, damos gracias a Dios por este gran y tan querido Papa.
San Juan Pablo II ruega por nosotros.